Entre piedras. Hampi

Habran sido los extraterrestres? Un gigante haciendo travesuras? No logramos descubrirlo, pero lo cierto es que las piedras de Hampi son impresionantes. Y si lo combinas con las palmeras, los arrozales, el rio y los innumerables templos, estamos ante un nuevo paraiso.

Hampi es un pueblito pequenyo, tranquilo... que aunque no lo parezca fue la capital de un imperio invencible por más de dos siglos. Hace casi 500 años su desarrollo se detuvo en el tiempo y la ciudad, que llegó a tener 500.000 habitantes, quedó prácticamente vacía. Ahora vuelve a estar habitada solo una parte de lo que fue, la zona conocida como Hampi bazaar, donde sorprende ver a familias enteras viviendo entre paredes y columnas que antanyo pertenecian a templos sagrados.

El resto de la antigua Hampi comprende un area de 26 km que esta plagada de templos, monolitos, banyos... y ni un poquito de sombra!! Hemos madrugado y con razon, porque a partir de las once ni los lagartos podian soportar ese calor. Decidimos dividir los dias y despues de unos dias de turisteo de verdad nos cambiamos al otro lado del rio. Ahi el ritmo es mucho mas tranquilo, muchos chillouts donde refrescarse y disfrutar de la buena companyia, porque hemos conocido a una gente estupenda. La autentica riqueza del viaje es la gente que vas conociendo, y estos dias hemos compartido todas las horas con Andrea, Tomas, Julieta, Santino, Lucilla y Sofia, esa gente de la que te da pena despedirte pero que sabes que volveras a ver alguna vez...

Entre sobredosis con canyas de azucar, algun curso, gusanos de seda, extravagantes conversaciones con principes mayas y todo lo anteriormente relatado, la semana en Hampi se ha pasado volando.