Rajasthan y fugaz Mumbay (del 28 dic al 5 ene)

Ya hemos visitado algunas ciudades de la famosisima region del Rajasthan, y quizas sea por las expectativas que habiamos creado sobre ella dado que la mayoria del turismo se dirige alli, o que ya llevamos un tiempo viajando por este pais de contrastes y hemos vistos cosas muy diferentes y bonitas, pero la verdad no nos ha entusiasmado.

Nos decantamos por visitar pueblos en vez de ciudades bulliciosas, y comenzamos por Pushkar, ciudad santa, y la meca del consumismo! montones de tiendas con ropa indo-occidental super chula y barata, nuestro presupuesto se ha tambaleado un poco... Tiene un bonito lago y templos en cada esquina, y cada noche a las 5'30 a.m. los Hare Crisnas nos despertaban con sus cantos!

El fin de anyo lo pasamos en Bundi, pueblecito azul anclado en el tiempo al que llegamos en un autobus local atestado de gente y con nuestras mochilas atadas al techo, a cada bache nos girabamos para ver si habia algun bulto conocido en medio de la carretera, fue una psicosis! La familia de la pension que cogimos era demasiado amable, con abracitos, conversaciones tontas... pero nos echamos unas buenas risas. En nochevieja lanzaron unos cuantos cohetes en la terraza; no se si fue porque somos levantinas pero no consiguieron impresionarnos, pero los franceses de la otra mesa parecian encantados. Bundi tuvo mucha importancia en el pasado, como demuestran su enorme palacio real y el espectacular fuerte abandonado Taragarh, lleno de monos, que nos recordó instantáneamente la escena de El libro de la Jungla donde los monos secuestran a Mogwli y lo llevan a un palacio abandonado en la jungla. El palacio de Bundi es impresionante, pero necesita a un equipo de mantenimiento y restauracion urgente o si no se perdera en el olvido en poco tiempo. Y la mejor anecdota fue que salimos en el periodico! querian poner una noticia el 1 de enero sobre los extranjeros que celebraban la navidad en su pueblo, y nos pidieron a unos suecos y a nosotras que nos hicieramos unas fotos en una terraza, y finalmente publicaron una de las fotos en las que estabamos solo nosotras, al dia siguiente nos recononocieron por la calle y todo, fue genial!

La noche del 1 la pasamos en un autobus nocturno infernal, habia tantos baches en la carretera que no parabamos de botar, y llegamos a Udaipur, una bonita ciudad sin tanto estres ni trafico, erigida entre lagos y colinas. Un buen destino en el que puedes relajarte, hacer compritas, turistear, comer bien... Vimos un espectaculo de danzas regionales estupendo, una mujer bailo sobre cristales con diez cuencos en la cabeza!

Y tres dias despues partimos hacia Mumbay, que ya no pertenece al Rajasthan, desde donde Mara cogio el vuelo de regreso. No se que peso mas, si las ganas tremendas de llegar a las playas o los precios excesivos de la ciudad mas cara de la India, pero en vez de coger una habitacion de hotel compramos un tren rumbo a Goa, donde estamos ahora. Pasamos dos dias entre autobuses y trenes pero ha merecido la pena, aunque esto ya pertenece a otro capitulo, jejeje.